domingo, 31 de octubre de 2010

Reflexiones del barón

A veces mirar un simple objeto o asomarnos a un hueco en la pared para ver el exterior luminoso que momentáneamente nos ciega, puede provocarnos un sentimiento poético mayor quizás que nos causaría la contemplación de una obra artística. Y acaso eso no es arte también?. No encierra una enorme belleza una simple planta con el colorido encanto de sus flores y no es también una obra maestra aún en su sencillez?. Un modesto recipiente de barro o de loza tosca, nos produce al tocarlo mil sensaciones que nos devuelven al verdadero sentido de la vida. Y el brillo de una fruta, nos recuerda la frescura de la auténtica naturaleza de las cosas que nos rodean sin darle el merecido aprecio

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