miércoles, 1 de mayo de 2013

Reflexiones del barón


Te enraízas en mí para nutrirte con mi vida como la hiedra en la tierra donde alimenta la savia que la mantiene y hace crecer. Te amarras a mí, así como la hiedra se agarra al muro por el que trepa buscando la luz y la humedad del aire que precisa para reverdecer. Buscas en mí el apoyo de tu existencia y la razón de vivir; y como la hiedra precisa quedar desnuda en el otoño para volver a lucir fresca y fuerte en primavera, también tú me necesitas y te entregas así como la hiedra para no desvanecerte en la soledad y disfrutar conmigo la alegría y el placer. Y como la hiedra se aferra a la piedra para resistir el calor del verano, tú te enlazas y rodeas mi cuerpo para no sucumbir ante la hostilidad del mundo y  soportar juntos el dolor y la tristeza. Y como en el muro quedan impresas las marcas de la hiedra cuando se seca, en mí también se ven las cicatrices conque tu amor marca mi ser. Y por eso te amo y me amas y la hiedra siempre brotará otra vez más hermosa de lo que fue