martes, 26 de octubre de 2010

Reflexiones del barón

Un mismo mar baña diferentes costas y países y en todos deja su impronta y les da algo distinto, perfilando una fisonomía propia en cada uno. Siempre se aprovechan sus características y la configuración que hace en el litoral, formando playas en sus riberas. Y regala riqueza y atrae a los poderosos que ostentan su lujo en mansiones trasnochadas algunas y otras en plena euforia de la ostentosa opulencia de unos pocos. El mar se ríe de todo eso y siempre prefiere la sencillez de quienes viven dependiendo de su generosidad y no aquellos que pretenden sacarle todos sus tesoros o esquilmar la abundancia de seres marinos, por la avaricia de ser más rico. Y también le gusta ver como otros disfrutan de sus aguas y sus olas. Suelen ser jóvenes y la belleza atrae más y se acrecienta al estar adornada por el sol y el mar 

2 comentarios:

  1. Con suerte, dentro de unos días me escapo a ver el mar. Ese mar de invierno, el que a mi me gusta.

    ResponderEliminar
  2. El mar de invierno es más impresionante que el de verano

    ResponderEliminar