sábado, 26 de junio de 2010

Reflexiones del barón

En mi tierra, cerca de donde vivo, este año amaneció con un signo de alianza entre el cielo y la tierra. Dicen que surgió también después de un diluvio que anegó el mundo hace miles de años. Y, sin embargo, con ese arco de luz y colores no vino la paz entonces ni ahora tampoco. Sólo es un signo para la defensa de la naturaleza que sigue en constante peligro a pesar de algunos esfuerzos por evitar que su deterioro sea más progresivo. Pero me pregunto si realmente les importa a muchos de los que hablan de salvar este globo en altas cumbres

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