martes, 1 de junio de 2010

Reflexiones del barón

Bajo la sombra de una arcada me refresco del calor del sol que cae sobre la calle vacía. Pero ese descanso es efímero, pues me espera el fuego sobre una sábana blanca y ese lienzo no será mi descanso aún en la penumbra. Porque, ¿quién reposa si sabe que se está quemando bajo el pórtico que da entrada a un ardiente deseo?. No podré escapar a la tentación de entrar en ese cuerpo que me fascina

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