sábado, 1 de octubre de 2011

Reflexiones del barón


Ante esa inmensa negrura rematada por un deslumbrante cielo de oro, sientes que todo se hace pequeño y cualquier cuestión que te obsesiona pierde importancia y la ves de pronto tan nimia que si la caída del sol no te absorbiese y centrase tu atención, te reirías a carcajadas de tu propia necedad por la soberbia de creerte alguien frente a tal espectáculo inigualable. Entonces, en esos breves momentos de contemplación, la brisa del mar te trae la calma y apacigua tus sentidos disparando en tu interior los verdaderos sentimientos que nos importan y te sientes parte de la creación

2 comentarios:

  1. Hermoso Maestro, con sus palabras nos hace sentir como si estuvieramos viviendo ese momento a su lado.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Esos instantes en que todo cuanto vemos es magnífico y nos sentimos bien, de alguna manera con nosotros y a nuestro lado están quienes más apreciamos; y forzosamente nos acordamos de ellos y desearíamos permanecer allí sin límite de tiempo ni pensar otra cosa que no sea vivir para seguir soñando y disfrutando su compañía. Y yo os tengo conmigo a todos cuando algo me hace vibrar y ser feliz. Besos, querido muchacho

    ResponderEliminar