martes, 4 de enero de 2011

Reflexiones del barón

Podemos dejar ver en nuestro interior como si fuésemos de cristal. Pero también es cierto que, como el cristal incoloro, dejamos ver lo que contenemos según el color que mejor nos parezca o interese. Nada es tal y como solemos verlo, más si se refiere a los demás. Y cuando se trata de nosotros mismos, ponemos las cosas de diferente modo a tenor de las circunstancias. Y hasta lo opaco y sombrío pude aparecer luminoso y lleno de colores excitantes. Podemos ser como bellas botellas de licor, que ya sean lisas o bien talladas, nos muestran el líquido de la forma más apetecible incitándonos a beberlo. Y aún siendo una bebida fuerte y de alta graduación, a nuestros ojos semeja un jarabe agradable y de sabor delicioso que baja por la garganta sin darnos cuenta y se va apoderando de nuestros sentidos. Y al pasar el efecto del bebedizo, nos quedan la secuelas y la cruda realidad de la ilusión evaporada. Todo se diluye y desaparece poco a poco y quedamos solos mirando la realidad sin brillos ni olorosos colores que la transforman en quimeras de humo. Es entonces cuando estamos con nosotros mismos

4 comentarios:

  1. y hay veces q ni queremos mirar dentro nuestro...
    BEsos Maestro!
    Eli

    ResponderEliminar
  2. Ahí es donde más nos cuesta y duele. Besos

    ResponderEliminar
  3. Olá,

    lindas e verdadeiras palabras....
    A nossa essência não foge e nem muda. Somos o que somos.

    Aproveitando....

    O Senhor Jun Zurik e sua cadela, desejam que 2011 seja repleto de saúde, realizações e sucesso!

    Abraços cordiais Jun Zurik
    Beijos carinhosos ÍsisdoJun

    ResponderEliminar
  4. Abrazos para JUn Zurik y un beso muy fuerte para ti Isisdo. Que el 2011 sea estupendo

    ResponderEliminar