lunes, 27 de septiembre de 2010

Reflexiones del barón

Hay días que te sientes tan desnudo como una rama sin hojas. Y si te enfrentas al mar con el ánimo cargado de soledad, el son de las olas llega a absorber tus pensamientos y te hace creer que a su lado estás acompañado, porque formas parte de su mundo. De ese universo múltiple que no abarcamos con la vista, ni imaginamos tan enorme hasta que bajas a sus orillas y ves como juega a lamer tus pies con su espuma. La rama, desprotegida de su vestido, se afinca entre las rocas para que el viento no la arrastre hasta el mar. Parece que no sabe que flotará en sus aguas y más pronto que tarde la arrojará de nuevo a la playa. Y medio tapada por la arena, ni estará sola ni se verá desnuda 

No hay comentarios:

Publicar un comentario