domingo, 9 de diciembre de 2012

Reflexiones del barón





Naturaleza viva, esplendorosa y tan grandiosa que a veces no te atreves a mirarla directamente y terminas cegado por ese extraño resplandor que la luz provoca al resbalar por la punzante y fría superficie de un fabuloso río de hielo. 






Un río que se rompe con profundos sonidos que atruenan el aire. 




Azules gélidos que atraen y causan enorme respeto, pues su belleza cautiva pero también puede atraparte y encerrarte en ella engulléndote para siempre. 




Y aunque no lo haga de hecho, si te encela al verla y quedas prendido de su piel helada que cruje y guarda restos de su caminar durante millones de años arrastrando cuanto pretendió cortarle el paso e impedir su viaje.

Maravillosa fuerza que nos deja sumidos en la pequeñez de nuestra personal naturaleza para recordarnos que nada somos ni podemos ante las extraordinarias facultades de la naturaleza 

4 comentarios:

  1. Buen día Maestro!!! como esta usted? anduvo de visita por mi país? el paisaje es super parecido a nuestro bellisimo Glaciar Perito Moreno :D de donde son las fotos?

    Cuidese mucho del frio y besitossssssssss

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  2. Pues efectivamente son de vuestro hermoso glaciar, como bien dices, ya que estuve viajando por esas tierras de la Patagonia, concretamente, en Bariloche, Calafate y Ushuaia, llegando al faro del fin del mundo y confraternizando con los simpáticos pingüinos. También vi delfines Calderón, elegantes marinos y grandes cormoranes y otras especies. Luego estuve en Buenos Aires y también navegando por el delta del Tigre. Y por último fui al norte y me mojé en las cataratas de Iguazú, tanto del lado argentino como la parte del Brasil. Un hermoso viaje por esa naturaleza deslumbrante y sobrecogedora. Besos

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  3. Hermosas las fotografías y el texto! Y cuanta razón tiene sobre la fuerza de la naturaleza, por aquí todavía tenemos problemas con la energía y la conexión a internet consecuencia del último tifón, y me siento mal porque en comparación con los que perdieron la vida y los que perdieron todos sus bienes quejarse por incomodidades es miserable. Pero bueno, los bichitos de ciudad muchas veces no tenemos conciencia de lo poco que somos hasta que no nos ponemos frente a la inmensa naturaleza.
    Mi Señor y ayax le mandan saludos, porque siempre lo recordamos.
    Muchos besos!

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  4. Siempre que leo o escucho noticias sobre fenómenos naturales en esa zona del mundo me salta la alarma y pienso en cómo estaréis y mi deseo más intenso es que no os suceda nada malo. Los problemas con la conexión de internet sólo es una molestia pero por fortuna no sufre vuestra integridad ni nada malo os puede causar. Y ciertamente frente a la naturaleza, ya sea desatada o mostrando su hermosura y grandeza, nos vemos ínfimos y sentimos que no somos nada ni importamos un comino en medio de este mundo que puede aplastarnos o volatilizarnos con un simple soplido. Dale muchos besos a ayax y un fuerte abrazo a mi buen amigo Germán. Y para ti, mi joven amigo y querido muchacho, el más grande y cariñoso de los besos

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