Esos ojos que miran, casi tan abiertos como los de un niño que no conoce nada del mundo ni mucho menos la maldad. Esa mirada que no pestañea y sigue y se clava en otros ojos esperando que rían y que reflejen la luz y la inmensa alegría que ven en los suyos. Ojos que son claros y no sólo por su color, sino porque no ocultan ni se guardan nada, ni disimulan cuanto piensan y desean. Son bellos porque son limpios y tan jóvenes que únicamente buscan amor para una vida que, siendo tan nueva aún, ya probó el sabor amargo del abandono y no desconoce la negrura de la tristeza. Mas una irreprimible ansia de gozo que suda esa cálida piel por sus poros envuelve y contagia a quien toca ese cuerpo notando en los dedos como vibra un alma sedienta de felicidad. Esa mirada cautiva y obliga a desear la vida, el placer y no querer dejar de verla jamás
Una mirada como esa puede ser como un rayo movilizando tu alma :D
ResponderEliminarGracias Maestro!!
Besotessssss
Una mirada como esa te hace creer en que vale la pena pasar por este mundo. Besos
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