domingo, 1 de abril de 2012

Reflexiones del barón


Como una caricia o como un golpe se siente el aire en la cara a la orilla del mar. La brisa te acaricia suavemente y te recuerda el beso amable y sincero de un primer amor aún adolescente. Y el viento, brusco y repentino, te azota el rostro y raspa tu piel con sus uñas saladas dejando un rastro de humedad que transporta desde un océano furioso. Como una deliciosa caricia se nota en la piel el beso tranquilo de un despertar plácido y colmado de dicha. Y como un huracán que ruge y oscurece el día tornándolo tenebroso es el fuerte encuentro de dos cuerpos que se comen los labios abrasados por el ansia violenta de poseer y entregarse a un amor enloquecido de esa pasión que ciega y anula todo sentido que no sea placer   

2 comentarios:

  1. Hola Andreas, como siempre tus textos son para leerlos y releerlos. Cada vez encuentras ideas y sensaciones nuevas, es muy placentero leer tus reflexiones.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Agradezco tus palabras, pero creo que el mérito sólo está en el mero paso del tiempo que te da sosiego y te hace pensar en cosas que nuca se te habían ocurrido antes. Un fuerte abrazo

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