miércoles, 9 de febrero de 2011

Reflexiones del barón













Hileras de espuma blanca veo surgir a los costados de mi barca y al mirar atrás, la estela también se alarga y se desvanece en la distancia mientras avanzo y surco el agua azul y espesa de este mar que me vio nacer y me baño con su olas desde mi niñez. Es parte de mí, con su viento y su sal y sus algas y todos esos seres que habitan en su fondo o nadan en su inmensidad. Sin esa masa enorme, que ronca en la playas y se agita desde el fondo enseñando los dientes en cresta, que levanta airada para advertirnos que no se juega con ella, no sería yo mismo ni nada en mi existencia hubiese sido igual. Quienes vienen a este mundo a las orillas del mar, quedan macados por la salitre y los vientos fuertes que zarandean un barco y asolan las costas durante la tempestad. Pero no le tenemos miedo aunque se enfade y truene el cielo y la mar salada se ponga furiosa golpeando las rocas de la escollera. Es precioso ese espectáculo regio viendo saltar la espuma blanquísima que nos salpica la cara y hace que retrocedamos unos pasos por miedo a ser engullidos por tanta belleza. Y porque es poderosa, la mar tiene piedad y también sabe cuidar de quienes la aprecian y la respetan. Es la amante eterna a la que cantan los poetas que enamora con su brisa. Es la vida y la muerte para los que no pueden prescindir de estar en ella y meterse en su seno como si quisiesen volver al claustro materno donde se generó su vida. Y para los que no pueden olvidarla ni estar mucho tiempo separados de sus aguas, es el mundo entero que se vuelve líquido para refrescarle los pies a la orilla de una playa, de arena blanca y muy fina para que no dañe nuestras plantas y parezca que al pisarla nos las besa porque nos quiere y porque nosotros también la amamos

2 comentarios:

  1. Vivo en una ciudad costera asi que comprendo al pie tus palabras, el mar me atrae con su fuerza y belleza, me calma, me seduce y alegra.
    Infinitas gracias por sus palabras Maestro en estos dias q pasaron, fueron una calida manta sobre mi.
    Besos
    Eli

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  2. Me alegro que hayan pasado y que no vuelvan. Besos

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