sábado, 12 de noviembre de 2011

Reflexiones del barón



A veces mi cama se vuelve tan árida como un desierto y noto ese vacío que sólo el alma que ha amado puede sentir. En esas noches de insomnio y soledad, recuerdo otras horas y otras tardes junto al mar, en que una brisa salobre besaba mi piel y veía en otros ojos la mirada dichosa de los míos. Todo aquello viene a mi memoria ahora y hasta parece que las olas mojan mis pies y la arena se paga terca a mis dedos que buscan ese otro cuerpo que nunca podré olvidar. Mi olfato huele aún a tierra mojada y a hierba recién segada y no creo que ningún otro aroma pueda superar la delicia de su olor. Y aunque todo pasa y parece que se olvida, yo te digo que no es verdad, porque la cabeza siempre guarda los recuerdos que han marcado tu vida y los atesora luego en el corazón    

4 comentarios:

  1. senti pena por el problema de la pagina de "perros" ( de Ayax y stephan) ,soy sumisa mujer ,pero igual la pagina siempre la visite y me parecio impresionante por la fuerza de sus imagenes y palabras. Respecto a su post casi siento el dolor del que habla no quiero sonar cursi puesto a Usted no le conosco ,a veces pienso que es mejor cerrar los ojos y vivir , vivir vivir fuerte y seguir y borrar borrar borrar y olvidar para siempre.

    Pero cuando alguien escribe cosas como estas son como agujas al corazon.

    Saludos Señor y mis respetos

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  2. Amiga, mis palabras son fruto de mis sentimientos y creo que en cuestiones de deseo y amores todas las almas son parecidas. Gracias por acompañarme y recibe un saludo afectuoso

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  3. Hola Maestro! como esta usted? que bellas palabras que demuestran lo que ha vivido y sentido, aunque tengan algún sabor de tristeza y de extrañar esos brazos que compartieron sensaciones con nosotros también esta la alegría de haber conocido el amor. que es un milagro que todos necesitamos sentir aunque sea una vez en la vida.
    Un fuerte abrazo Maestro Andreas.
    Eli

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  4. El recuerdo tiene un sabor de tristeza aunque sea feliz. Se añora el pasado si fue agradable y lo trasformamos frecuentemente en un recuerdo mucho más grato de lo que posiblemente fue. Y nos hace bien verlo como creemos que fue esa otra realidad que ya es pasado, pero que nos sirve para vivir un presente más real y quizás menos soñado que esa otra ilusión de felicidad. Un gran abrazo, amiga mía

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