domingo, 15 de agosto de 2010

Reflexiones del barón

Espera, pero no pena por la ausencia de su amor. Sólo aguarda que vuelva y tome su cuerpo. Luego dependerá como quiera servirse y complacerse con su carne, Y lo que le hagan será su dicha y su contento. No espera recompensa ni compasión. Ni tampoco blandura o muestras de otro afecto que no sea la pasión y la fuerza del deseo. Es el saco donde descargará el golpe, tanto como la boca que recibirá el beso o la piel que soportará rasgarse con la salvaje caricia de sus uñas. Pero el deleite es suyo al sentirse útil y llenarse con la vida que vierten dentro de su ser

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