Recoge lo que quede de mí en un vaso negro y consérvalo para servirlo en frío. Apura cuanto quieras de mi ser porque sólo sirvo para saciar tu sed de lascivia y deseo. No dejes nada y escurre hasta la última gota para que ninguna otra boca sepa como sabe mi cuerpo. Agota tu ansia y llévame dentro de tu alma. Amame y nada más será un reflejo de mis sentimientos
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