jueves, 14 de octubre de 2010

Reflexiones del barón









El cielo esta tarde es un azul intenso que clarea hacia el horizonte al acercarse a la tierra, Nubes deshilachadas que se concentran a lo lejos, puede que sobre otra tierras próximas, pero que en la costa no quieren ocultar la luz del sol. Y el agua del mar, al romperse en la orilla se torna blanca y luce leves reflejos dorados que se mezclan con las finas arenas de la playa. Hay infinidad de tonos verdes al rededor, pero ninguno compite ni se iguala al del océano. Cada uno es como es y tiene un origen distinto y singular. Y la distancia lo camufla de otro color más oscuro, que más que verde tiende a un gris azulado. Y la ola es más intensa al alzarse y avanzar hacía nosotros sin volverse espuma aún. Así son también los sentimientos al estar junto a quien se ama

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