sábado, 11 de septiembre de 2010

Reflexiones del barón

En el estanque aparece el cisne blanco y los de color negro lo observan con disimulo desde la orilla del agua. Está entre la luz y la sombra, pero un rayo ilumina un trozo de su cuerpo y su plumaje reluce destacando su blancura. Aunque se mueve mejor en su elemento, que es el agua, no deja de ser elegante a pesar de su patoso andar. Y los otros, los negros, también bellos y airosos, lo admiran y quizás lo desean tan sólo por ser diferente a ellos. Pero no siempre ocurre esto y muchas veces el hecho de ser distinto provoca rechazo e indignación en otros seres de mentes estrechas. Y si de algo estoy seguro es de que unos y otros son hermosos y atractivos para desearse mutuamente


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