jueves, 8 de julio de 2010

Reflexiones del barón

Sostienen que es una fiera y ahí lo tienes tendido a la sombra de la roca, dormitando o soñando mientras pasa el tiempo encerrado en una prisión, que aún sin barrotes no deja de ser una jaula. No es libre ni ha deseado perder su albedrío, pero nunca saldrá de ese recinto ni verá la tierra donde debió nacer. El esclavo no es una fiera y tampoco es dueño de su ser y su destino, pero en inicio fue él quien eligió pertenecer a su amo. Ahora es más libre que antes, pues vive donde y como siempre ha soñado. Bajo la protección de su señor y sometido a su antojo. Ahora sí es feliz y no antes

2 comentarios:

  1. Señor Andreas, usted me inspiró una pregunta para hacerme y una respuesta para darme. ¿Como siento la protección de mi Señor?
    -Como la sombra fresca que me permite descansar una sofocante tarde de sol.

    ResponderEliminar
  2. Esa es una definición perfecta de lo que debe ser el amo para su esclavo. Sobre todo cuando el esclavo siente en su corazón la necesidad de ser y pertenecer a su dueño

    ResponderEliminar