sábado, 10 de diciembre de 2011

Reflexiones del barón



Si aún tienes la juventud, no te lamentes ni llores, porque aunque te falte casi todo, tu sangre nueva y ardiente vale más que cuanto hayas perdido. Si tan sólo rondas esa bella etapa de tu vida, no debes sufrir por casi nada, pues tu vigor y tu audacia son suficientes para sobrevivir y lograr lo que se te antoje. Cuando se es tan joven como eres tú, nada ni nadie pude vencerte y el resto del universo se rendirá a tus pies si sabes enfrentar tus propios miedos y dominar tu inseguridad. Y si sientes pánico o la tristeza te hunde el corazón, sacude tu mente y niégate ser débil. Ni la soledad ha de afectarte porque tú mismo serás la mejor compañía para andar el camino que tienes delante. Y cuando no puedas seguir, mira hacia el mar y grita, pero no llores, tan solo lánzale tus problemas y temores con un grito feroz de rabia y desafío. Plántate ante el océano y encontrarás un amigo eterno que te entenderá y hará que el viento te lleve el sabor y el olor de su amistad. Su fuerza será tuya y le pedirá al sol su energía y calor para rescatarte de la melancolía. Tu alma sólo será de quien sepa darte el amor que necesitas y entregarte enteramente a esa pasión te hará mucho más deseable y hermoso y no volverás a caminar solo

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