El
fulgor de una chispa nos asombra y por un momento nos deslumbra y tan
sólo nos deja ver una mancha oscura que pronto se vuelve de un tono
amarillento hasta perder intensidad. El fugaz fogonazo de una chispa
nos causa miedo, pero nos atrae y aún temiendo su estallido luminoso
queremos verla de nuevo y nos atrevemos a provocarla con cautela, apartando la vista de ella para que no nos ciegue otra vez. Apenas
dura la fracción de un segundo su luz, pero permanece más tiempo
en nuestra retina la impresión de esa energía que nos hirió la
vista al mirarla. Casi es como un sentimiento que brota en un
instante y se apaga dejando detrás solamente su sombra en nuestra
mente y en el alma un recuerdo que se esfuma lentamente igual que
el sol al anochecer
Mucho tiempo sin comunicarme con Ud...leyendole siempre, que hermosa imagen de atardecer....
ResponderEliminarbesitos de kajira
Usted Señor es como la nostalgia, que se permite tener de vez en cuando ,... por que es peligroso quedarse con ella y solo es para gente sensible y al mismo tiempo fuerte ... yo no soy fuerte ...me hago la desentendida , la juguetona , la bromista, la irreverente .... me hago la fuertota y cuando caigo por este espacio caigo en sus letras de telarañas de ternura y nostalgia.
ResponderEliminarDe todas formas nunca se dejaria de leer letras tan bonitas
Saludos y mis respetos Señor
Gracias amigas por vuestra compañía y las cariñosas palabras que me dedicáis en estos comentarios. Tu poesía siempre me fascina, attella y aprecio lo que dices porque en ti refunde la belleza. Y a ti, vainilla, que puedo decirte ya que por mucho que pretendas disimilar tu sensibilidad y poesía, para quien te ve con el espíritu, todo ello ha de ser tan evidente como tu hermosura exterior, que debe ser notable también. Y por eso eres tú misma quien embellece mis letras al leerlas. Vuestras almas tan delicadas y unos corazones tan generosos me animan a ver las cosas con la misma ternura que aprecio en vuestras palabras. Besos de vuestro amigo y admirador
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