miércoles, 6 de julio de 2011

Reflexiones del barón

Con soplos de amor dejando en su oído un te quiero supo que lo ama. Aquellas caricias susurradas tan cerca, que era como si tuviese dentro a quien amaba, le dijeron que estaba amando sin poder discernir donde empezaba y acababa su existencia. Cuál de los dos veía por sus ojos como si sus pestañas fuesen un enrejado que tamizase la luz y las formas al otro lado del mundo. Sentir, notar la vida confundida de dos seres que se han unido penetrando el cuerpo y el alma, sin poder diferenciar de quien es ya el placer y a quien corresponde ese gozo que aumenta y se dispara sin medida como un torbellino que crece en el fondo para salir por la piel sudado de gemidos y lamentos mezclados con suspiros y hasta lágrimas movidas por la dicha de no ser ya uno solo, ni siquiera dos, sino un ente que no se desdoblará jamás por formar un único y delirante universo de deseo en el que sobra todo lo que no sea la entrega propia del que ama y del amado. Nadie sabe que sucede entre esos dos amantes que tan juntos duermen su deliciosa fatiga después de agotarse pegando la piel con la humedad que brota de las ganas que tienen de besarse y recorrer con ansia el mapa erótico de sus cuerpos, hasta amanecer fundidos en un mismo empeño sin querer despertar del sueño mágico que los trasportó a su paraíso

4 comentarios:

  1. Usted SEÑOR siempre trasmtite serenidad aunque hable de sentimientos intensos cuando escribe.

    Este blog es simplemente precioso.
    Saludos SEÑOR.

    fantasia{} bajo tutela de SERGIO

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  2. Gracias. Trasmito lo que siento; y creo que por muy intenso que sea un sentimiento o por más fuerte que sea una sensación, el ánimo ha de estar sereno y la mente debe disfrutar con tranquilidad y hasta un poco relajada esos momentos por los que merece vivir y gozar de este mundo. Un saludo

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  3. Sus palabras transportan a sensaciones conocidas, vividas y en estos minutos de lectura rememoradas.
    Gracias por dejarme compartirlas!
    BEsotes
    Eli

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  4. La vida ha de ser compartida con quienes consideras merecedores de tu amistad y afecto. Y las sensaciones que sentimos y los sentimientos que nos mueven y nos sujetan a la vida deben ayudarnos a comprender a los demás. Gracias por tu compañía. Un beso

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