lunes, 22 de noviembre de 2010

Reflexiones del barón

No siempre las cosas que hacemos conservan la utilidad y el uso para que fueron creadas. Pensamos en algo y lo realizamos, pero el tiempo se encarga de trastocar nuestros planes y darles una finalidad distinta a la deseada por nosotros. Y a veces, este cambio es perjudicial y menosprecia el objeto elaborado en origen, pero otras puede que se destine a una actividad que en principio debe ser más útil para la sociedad. Así ese convento de la villa, que se erigió por mandato de un rey a iniciativa de su esposa la reina, muy religiosa, y dedicado a la santa patrona del nombre de esa ilustre dama portuguesa. Doña Bárbara de Braganza, consorte de Fernando VI, que no fue madre de rey ni tuvo descendencia alguna. Hoy y desde hace muchos años, ese noble edificio alberga el Tribunal Supremo de España, cuya fachada principal da a la Plaza de la Villa de París. Y que vulgarmente se le conoce como “Las Salesas”, porque esa era la orden de monjas que lo ocupó por deseo de la reina. La Salesas Reales. Ahora casi todo se dedica a la justicia y al culto sólo su Iglesia y en ella están enterrados dichos monarcas. Tal como nos ocurre en muchas ocasiones, las ilusiones que alimentamos y pretendemos trasmitir a otros a los que amamos, quedan sepultadas en el olvido por el desdén de quienes no quisieron o supieron apreciarlas. Y con suerte, otros más adelante, puede que las desempolven y les den una oportunidad de servir para algo, sino útil por lo menos divertido

2 comentarios:

  1. Como dice un dicho por aqui no gastes polvora en chimangos... quien no supo acompañarnos en nuestros sueños o no era la persona indicada o no era el tiempo para que se cumplieran (siempre intento pensar en positivo), ojala el futuro traiga nuevos sueños y con quien compartirlos, creo que voy por ese camino.
    Sonrisas y besos para ti!!!
    eli

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  2. Tw deseo lo mejor y que se cumplan tus sueños y que no tengas que esperar para verlos realizados. Besos

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