jueves, 4 de noviembre de 2010

Reflexiones del barón

Como un templo de bronce que naciese de una extraña roca se va forjando una relación entre dos seres. Uno es la recia materia prima sobre la que el otro esculpe y da forma a un sentimiento mutuo de respeto y amor. Y la esencia de ambos se transforma y se enriquece con la comunión de ideas y sensaciones. Todo vuelve a ser nuevo y sus espíritus nacen a otro mundo diferente y más cercano a sus gustos e inclinaciones. El resto del universo ya no importa, ni mucho menos sus opiniones. Ahora sólo cuentan ellos. Entre los dos crece el verdadero sentido de la unión de sus cuerpos y sus mentes y las sombras y dudas desaparecen. Y no importa que uno domine y el otro obedezca, pues en el fondo son el mismo ser

2 comentarios:

  1. La vida es una continua transformacion, evolucion, ya sea por diversas circuntancias o por encontrar aquel ser q nos complemente y nos ilumine.
    Tus palabras dan con las teclas justas y cargan con grandes verdades, agradezco haberte encontrado y poder compartir tus pensamientos.
    Un afectuoso saludo!
    Eli

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  2. El agrado es mutuo, Eli.Y agradezco el interés que muestras por mis escritos. Un muy afectuoso saludo

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