Quizás en lo simple esté la verdad, puesto que todo es relativo y cuanto más complejo más relatividad tendrá en su origen y conjunto. Las verdades absolutas que proclaman muchas creencias religiosas y corrientes filosóficas, no creo que existan. Al menos tal y como pretenden hacernos creer. Amamos y ese amor es relativo. Besamos y cuántas veces ese beso no tiene reservas. Hasta el odio es relativo y casi siempre parcial. Y no me refiero a que sea visto desde una sola perspectiva, sino que no es fácil que se dé un odio total y tan profundo que no quepa retroceso. Y si existe un sentimiento tan fuerte, será la excepción, como también lo es ese amor perfecto que todos soñamos tener. El alma es complicada en sí misma y todas sus emociones lo son del mismo modo, sin llegar a sobrepasar nunca la capacidad de entrega que exigimos a otros y puede que regateemos luego a quien se da sin aparente reserva a nosotros. Qué limpia y atractiva es la simpleza natural y que difícil conseguirla. Y eso que por un tiempo se puso de moda el minimalismo y aún está en boga
q alegria leer nuevamente tus reflexiones con las q siempre coincido!
ResponderEliminarbesos!
eli
Gracias Eli. Ya estoy de nuevo ante el ordenador. Besos
ResponderEliminarRegresaste... un beso.
ResponderEliminarRegresé a mis cosas y a mi ambiente y a estar de nuevo con todos vosotros mis virtuales amigos. Besos
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