viernes, 4 de marzo de 2011

Reflexiones del barón

A veces me gustaría partir el día en dos mitades y no tomando como medio de la jornada el mediodía sino esa otra hora bruja en que se alargan las sombras y todo se torna de un color macilento para dar paso a la oscuridad de la noche. Las sombras, el silencio, la soledad incluso puede ser hermosa cuando tu ánimo está tranquilo. Cuando ya pasó el trajín diario y sólo queda el sosiego del crepúsculo, previo a la oscuridad y a la complicidad del resplandor de la luna sobre un suelo que se ilumina con una franja brillante que incita a caminar por esa vía que forzosamente te ha de llevar a una zona plateada del universo. Te invaden las ganas de no hacer esfuerzo alguno que no sea para gozar la pasión de un amor sin freno. Para elevarte en el seno de un pecho terso y suave o fuerte y sudoroso, pero lleno de deseo y abrasado por el fuego de un ansia vital de ser correspondido en su afán de lujuria. Esa hora del día es la mía y mi alma revive y se abre para captar y saciarse del mínimo resquicio que pueda darle la oportunidad de sentir que el mundo se achica y pierden importancia las cosas que fueran transcendentes momentos antes; y que ahora sólo resultan insignificantes a nuestra vista alterada por el efecto mágico de las estrellas. Y la luna. La luna, con su frialdad calculada, puede ser la culpable de muertas noches más calientes y disparatadas en las que la mente se obnubila y uno pierde el sentido de la realidad inmediata para trasladarse al edén prometido por cuantos han querido ofreceremos el aliciente de otra existencia mejor y más sugestiva que de la que arrastramos diariamente mientras luce el sol y no hay otra sombra que la proyectada por nosotros mismos sobre la tierra, que en ocasiones penosamente pisamos

2 comentarios:

  1. hay un punto en que me siento escindida yo tambien.....como tratando de unir mis dos orillas, y no siempre lograndolo.

    me encantan sus reflexiones, reciba Ud los respetos de esta kajira goreana.

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  2. Mis saludos para tu señor y para ti y me alegro de saber que cuento con tu atención, porque tus blog siguen despertando mi interés por el valor de sus contenidos.

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