jueves, 29 de abril de 2010

Reflexiones del barón

La lluvia en otoño suele ser melancólica y cae sobre las hojas muertas, desprendidas del árbol. Pero también nos moja a nosotros e intenta refrescarnos el alma. Pero no siempre lo consigue y al empaparnos puede costarnos la vida como a las hojas rotas, sin proponérselo.

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