viernes, 15 de junio de 2012

Reflexiones del barón


Esos ojos que miran, casi tan abiertos como los de un niño que no conoce nada del mundo ni mucho menos la maldad. Esa mirada que no pestañea y sigue y se clava en otros ojos esperando que rían y que reflejen la luz y la inmensa alegría que ven en los suyos. Ojos que son claros y no sólo por su color, sino porque no ocultan ni se guardan nada, ni disimulan cuanto piensan y desean. Son bellos porque son limpios y tan jóvenes que únicamente buscan amor para una vida que, siendo tan nueva aún, ya probó el sabor amargo del abandono y no desconoce la negrura de la tristeza. Mas una irreprimible ansia de gozo que suda esa cálida piel por sus poros envuelve y contagia a quien toca ese cuerpo notando en los dedos como vibra un alma sedienta de felicidad. Esa mirada cautiva y obliga a desear la vida, el placer y no querer dejar de verla jamás 

2 comentarios:

  1. Una mirada como esa puede ser como un rayo movilizando tu alma :D
    Gracias Maestro!!
    Besotessssss

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  2. Una mirada como esa te hace creer en que vale la pena pasar por este mundo. Besos

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