jueves, 6 de octubre de 2011

Reflexiones del barón


Si he de amarrar mi barca para abrigarla y ampararla del viento y la galerna, ha de ser entre la rada de tus piernas con una fuerte maroma que rodee esa piel de oro que las cubre. Tu bello y firme cuerpo será el puerto seguro donde atracaré para no naufragar huyendo de la tormenta. Serás la fuerte bita anclada sobre el muelle que resista la inclemencia del temporal y no permita que las olas de esa mar brava hundan la embarcación con la que arribo a tus aguas, unas veces tranquilas y otras turbulentas, aunque siempre más deseadas que la apacible y cristalina superficie de un remanso tranquilo y sin emoción. Tu eres la ensenada llena de sol en la que se mecen serenamente mis días

2 comentarios:

  1. Querido Andreas que placentero es leer tus reflexiones profundas y poéticas!
    Dignas de ser releídas porque en cada nueva lectura encontramos nuevas luces.
    Para tí besos de mis chicos que te admiran tanto como yo, y mi abrazo de siempre

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  2. Te agradezco el comentario y por supuesto los elogios, que viniendo de ti o de tus chicos me resultan mucho más gratificantes. Tanto ellos como tú veis mis escritos con muy buenos ojos y puedo asegurar que no para mí no hay mejor recompensa que aportar algo a quienes los leen. Un beso para tus chicos y un fuerte abrazo para ti.

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