sábado, 18 de diciembre de 2010

Reflexiones del barón

Esta mañana me desperté y todavía olía a ti mi cuerpo. Olía a sexo y a tu sudor. Despedía el calor que te robé durante toda la noche apretándote contra mí y rozando tu piel con la mía hasta quedar pegados y fundidos los dos para deshacernos y derretirnos de gusto. Todavía queda alguno de tus cabellos en la almohada, porque tiré de tu pelo cuando más gozaba contigo y te arranqué un par de ellos, como te arrebaté también la semilla de vida que guardas en tu cuerpo. Pero tu te llevaste la mía y ahora recuerdo ese instante y me caliento otra vez y quiero tenerte de nuevo. Ven. Vuelve a la cama todavía tibia y tiéndete a mi lado para recorrer tu figura con mis ojos y mis labios. No laves los restos que aún te impregnan y quédate conmigo más tiempo. Me gusta notar esa humedad que brota de ti y que embota mi nariz y mi cabeza, logrando que sólo piense en ti y quiera estar así hasta que termine otra vez el día. Y al volver la noche, seremos uno otra vez para dormirnos juntos sin poder separarnos hasta el amanecer

2 comentarios:

  1. Que dulce, sensual y erotico es despertar al lado de quien nos vuelve locos...
    BEsos
    ELi

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  2. Esa es la mejor de las dichas- Besos

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