martes, 14 de diciembre de 2010

Reflexiones del barón

A veces la vida nos pone en la situación de un nadador que bracea fuera del agua como queriendo mantenerse a flote sobre la tierra. Y diremos que es absurdo ese intento de avanzar en seco como lo haces en el mar o el río. En ellos tienes el elemento necesario para sentir la ligereza de tu cuerpo en medio del líquido que te rodea. En el mismo donde tomamos forma y compone nuestra sustancia. Entre agua y en el vientre de la madre es el primer océano que conocemos. Y después, al salir de ese recinto sosegado, buscamos incansables otro mar que nos meza tranquilos hasta el fin. Pero en ese otro mundo acuático, tenemos que saber nadar para sobrevivir sin ahogarnos. Y fuera de ahí, en la tierra seca, ni siquiera podemos sostenernos tendidos boca arriba para no hundirnos, porque nos pisarían y aplastarían todas nuestras ilusiones antes de poder nadar sin agua. Pero si no intentamos nadar contra corriente en el río o tragar millas en la mar para alcanzar la otra orilla, sólo nos queda tiranos en el suelo y hacer que nadamos cubiertos por el polvo de la tierra que otros socavan ante nosotros para no dejarnos nadar en libertad

2 comentarios:

  1. Siempre debemos seguir luchando contra las corrientes q quieren arrastrarnos, la vida no es nada facil... pero a veces conseguimos quien nos acompañe en esta lucha y nos de una mano que nos salve de ahogarnos.
    Sonrisas, besos y abrazos para ti!!
    Eli

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  2. Eso es cierto. Nunca podemos bajar la guardia. Besos

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