miércoles, 19 de mayo de 2010

Reflexiones del barón

Cuando perdemos la senda del viejo crepúsculo, no es fácil encontrarla ni aún recorriendo la ciudad saltándonos los semáforos de la ingratitud y la soledad. Pero el ocaso nos espera siempre la final de la calle principal al llegar al cruce de nuestros caminos

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